Según los especialistas, la reversión del déficit fiscal es uno de los grandes logros del Gobierno desde su llegada al poder. Incluso, con el impulso del superávit, el presidente Javier Milei decidió avanzar en la eliminación de impuestos, una de las principales propuestas de su campaña.
Es que desde la administración libertaria apuntan a reducir este 2025 el 90% de los tributos nacionales existentes, con una profunda reforma impositiva. Según explicó el ministro de Economía, Luis Caputo, solo mantendrían un total de seis tributos.
“Argentina tiene que dejar de ser un infierno fiscal”, consideró el mandatario, que avanzará este año con una reforma para simplificar el sistema tributario. En relación a esa afirmación, el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) señaló que en el país existen “más de 150 impuestos”, pero solo doce generan el 95% de la recaudación total.
No obstante, Milei ya dio algunas señales de alivio para los contribuyentes y las empresas. Según un relevamiento que hizo El Cronista, el Gobierno allanó el camino hacia la simplificación impositiva, ya que modificó o eliminó -sin comprometer la recaudación- siete gravámenes de suma importancia.
En primer lugar, se elevó el mínimo no imponible del impuesto a los Bienes Personales. Por otro lado, una de las medidas más recientes se vincula a la baja de retenciones (Derechos de Exportación) y a la reducción de costos para autos y motos de gama media y alta. A continuación, el repaso en orden cronológico.
Simplificación: cuántos impuestos redujo el Gobierno
De principio a fin, el Gobierno impulsó la baja de impuestos y cumplió, a grandes rasgos, con una de sus principales promesas de la campaña electoral. Sin embargo, aún aparece el desafío de reducir la carga fiscal mientras se mantiene el equilibrio de las cuentas.
En términos impositivos, desde la llegada de Milei al poder -y más específicamente en los últimos meses- se aplicaron unas siete reducciones o modificaciones clave.
Estas resultan especialmente significativas, ya que operan sobre gravámenes distorsivos o que desalientan la competitividad en algunos sectores de la economía, según los especialistas:
Consultado sobre las medidas que tomó la administración de Javier Milei, el contador y socio de González Fischer y Asociados S.A, Sergio Biller, consideró que fue positivo eliminar “la burocratización y las cuestiones (tributos) que estaban en exceso”, aunque ahora “el Gobierno no puede hacer mucho más de lo que a su incumbencia le compete”.
Asimismo, celebró la reciente baja temporal de las retenciones, pero marcó que en realidad tiene una “trampita” para los exportadores. “Los obliga a liquidar antes las divisas y las empresas ahora están buscando financiamiento para adquirir esos dólares y liquidar antes. Es más negocio para el que tiene acopio que para el que va a liquidar durante el semestre”, sostuvo.
En ese sentido, el tributarista César Litvin, CEO del Estudio Lisicki, Litvin & Asociados, agregó en diálogo con El Cronista que para obtener este beneficio se “tienen que liquidar el 95% de las exportaciones dentro de los 15 días hábiles”. No obstante, argumentó que este gravamen no debería existir “porque afecta notablemente la competitividad de nuestros productos”.
Desde su perspectiva, cree que “cuando haya solvencia fiscal y un superávit fiscal sustentable en el tiempo, este [retenciones] es uno de los impuestos que tienen que ser eliminados”.
Al mismo tiempo, el especialista mencionó que la suba del mínimo no imponible para el impuesto a los Bienes Personales fue una medida significativa que benefició a “la clase media” y a quienes durante el gobierno de Alberto Fernández “se mudaron a Uruguay”.
Sobre la no prórroga del Impuesto PAIS, Biller sostiene que el Gobierno acertó en “no incentivar su vigencia a través del Poder Legislativo”. En tanto, Litvin señaló que era un gravamen distorsivo y recordó que se introdujo con el objetivo de “equiparar el dólar oficial con el dólar real”, pero por la brecha cambiaria “no alcanzó”.
Impuestos: cuáles son los gravámenes bajo la lupa del Gobierno
Mientras el Gobierno define los detalles y la composición de la reforma tributaria, los especialistas analizaron cuáles deberían ser los principales tributos a revisar en los próximos meses y por qué algunos de ellos no se podrían eliminar por completo este año.
“El mayor problema, por el cual se está dando debate ahora en los medios, es la carga de las provincias y municipios”, resaltó Biller, quien a su vez explicó a El Cronista que las tasas municipales son “un clavo en el zapato” para el Ejecutivo.
“Muchas veces, por ser impuestos o tributos sobre márgenes brutos, terminan siendo más grandes que los propios impuestos que recauda el Gobierno (Ganancias e IVA). Ahí, no le encuentro una solución en el corto plazo, porque la Constitución Nacional y la Ley de Coparticipación Federal establecen cuáles son las facultades de las provincias y municipios”, subrayó.
No obstante, el contador aclaró que el Gobierno podría negociar “una especie de acuerdo con gobernadores aliados”. En ese sentido, Litvin piensa que hay dos caminos posibles: modificar la ley provincial (Nación no puede interceder) o firmar un Pacto Fiscal, similar al que impulsó el gobierno de Mauricio Macri y que dejó de cumplirse durante la administración de Alberto Fernández.
En paralelo, el CEO en Estudio Lisicki, Litvin & Asociados insistió en que las provincias también tienen que eliminar impuestos distorsivos. Uno de esos ejemplos es Ingresos Brutos (IIBB), al que caracterizó como el “peor de los impuestos que hay en el sistema tributario”.
Otro tributo que los expertos consideran que debe reducirse es el impuesto sobre los Créditos y Débitos en Cuentas Bancarias y Otras Operatorias. Sin embargo, según datos de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), este representó un 7,2% de la recaudación fiscal del 2024, lo que le dificulta a Milei esta tarea porque su eliminación podría poner en riesgo el equilibrio fiscal.
“Puede ser compleja su eliminación. Al mismo tiempo, es un pago a cuenta del impuesto a las Ganancias. Entonces, si lo eliminás o bajás, por defecto, ese pago desaparece y debería subir nominalmente en los porcentuales correspondientes el impuesto a las Ganancias”, remarcó Biller.
Tal como adelantó El Cronista, este gravamen, conocido como “impuesto al Cheque”, fue creado por el exministro de Economía, Domingo Cavallo, en el marco de la Ley 25.413. Tenía como objetivo financiar un fondo de emergencia pública administrado por el Poder Ejecutivo, pero originalmente iba a durar hasta el 31 de diciembre de 2002.
Luego de más de dos décadas en vigencia, Litvin entiende que este impuesto ya debería haberse derogado. “Cuando un contribuyente paga un impuesto sobre ese impuesto, se cobra el débito correspondiente, o sea, que es impuesto sobre impuesto”, aclaró.
Y proyectó: “Una vez que estén saneadas las cuentas fiscales, es el segundo impuesto a nivel nacional que debería eliminarse”.