Yanina Latorre tuvo un momento complicado esta semana mientras reemplazaba a Ángel de Brito como conductora en LAM. En el programa del miércoles, tuvo un fuerte cruce con Fernanda Iglesias, que terminó en un escándalo. Después de lo ocurrido, Yanina fue tajante: “No conduzco más”. Esto sorprendió a muchos, ya que ella siempre muestra carácter en pantalla.
El problema empezó cuando Fernanda se enojó porque Yanina le pidió que baje el tono. Lejos de calmarse, Iglesias contestó furiosa: “¡No bajo una mierd… el tono!”. Esto generó un momento tenso que dejó incómodas a las otras panelistas, quienes no intervinieron. El cruce se viralizó rápidamente en redes sociales y provocó todo tipo de comentarios a favor y en contra.
Al día siguiente, Yanina habló sobre lo que pasó en su programa de radio Yanina 107/9. “Ayer fue un programa muy difícil. Me dejé humillar, eso fue lo que me reventó, por una mina que no sabe ni de qué va el programa”, dijo sin vueltas. Además, agregó: “Me dijo ‘callate bolud…’. Tragué veneno. Yo soy re reaccionaria, pero no era mi programa. Si lo fuera, le digo que se retire”.
Yanina también criticó que nadie del equipo la defendiera en ese momento: “Es una maleducada que quedó como el ort… Esto no fue gracioso, fue horrible. Nadie le dijo nada. Es una mina que no me aporta nada, que lee la rutina en el camarín”. A pesar de esto, contó que Ángel de Brito habló con ella tras el incidente y que algunas compañeras le pidieron disculpas en privado.
Entre las personas que se disculparon con Yanina están Matilda Blanco y Marcela Feudale, quienes reconocieron no haber reaccionado a tiempo. Sin embargo, esto no alivió el enojo de Latorre, quien dejó claro que no piensa tolerar otra situación similar. “Si hoy me hace lo mismo, me paro y me voy. Que terminen el programa solos”, advirtió.
El escándalo dejó abierta la pregunta de cómo seguirá la relación entre Yanina y Fernanda en el panel. Por ahora, las tensiones siguen en aumento, y todos los ojos están puestos en el próximo programa de LAM para ver si logran calmar las aguas o si habrá otro cruce explosivo.