El estrés afecta tu bienestar y puede causar dolores en la espalda. El aumento de cortisol, la hormona del estrés, está directamente relacionado con estos dolores.
Entender cómo el estrés y el exceso de cortisol contribuyen a estos malestares es crucial para encontrar soluciones efectivas. Conocé cómo solucionar el dolor de espalda que causa el aumento de cortisol debido al estrés.
¿Cómo solucionar el dolor de espalda por el aumento de cortisol?
El dolor de espalda suele aparecer como una respuesta del cuerpo al estrés, ya sea agudo o crónico.
Según Carlos Pérez López, especialista en entrenamiento personal y readaptación de lesiones, estar estresado puede tener un gran impacto en este tipo de dolor.
Para abordar y aliviar el dolor asociado con el aumento de cortisol, acá te dejamos algunas recomendaciones del sitio web We Life:
- Cuidá la alimentación: seguí una dieta equilibrada y evitá los alimentos que pueden causar inflamación.
- Cuidá tu descanso: al caer la tarde, tratá de relajar tu sistema nervioso para mejorar tu calidad de sueño.
- Buscá la calma física y mental: la meditación y los ejercicios de respiración pueden ayudarte a reducir el estrés.
- Movete: realizá ejercicio regularmente para mejorar la circulación y disminuir la tensión.
- Evitá estar en la misma posición por largos períodos: levantate y hacé movimientos como caminar o hacer sentadillas.
- Establece horarios: poné límites a tus actividades y desconectate del trabajo al llegar a casa para evitar la sobrecarga.
Adoptar hábitos saludables y técnicas de manejo del estrés contribuye a tener menos dolor de espalda. (Foto: Freepik)
¿Qué puede causar el aumento de cortisol en el cuerpo?
El estrés hace que el cuerpo libere cortisol y adrenalina, lo que puede afectar negativamente la espalda si la tensión persiste.
Esta hormona, al liberarse constantemente, puede provocar tensión muscular crónica en la espalda, lo que resulta en dolor, rigidez y fatiga.
El estrés constante provoca la liberación de cortisol, lo que puede generar dolor en la espalda. (Foto: Freepik)
Aunque el cortisol ayuda a reducir la inflamación en situaciones de estrés agudo, su efectividad disminuye con el estrés crónico, lo que puede llevar a inflamación persistente.
“Un mal comportamiento y funcionamiento de las vísceras puede producir que estas, que están colgando de la columna vertebral, generen dolor”, aclara Carlos Pérez.
Además, el desequilibrio entre los sistemas nervioso simpático y parasimpático por el estrés crónico puede dificultar el sueño y aumentar el dolor de espalda.