El Hospital Regional Docente Las Mercedes es un peligro para sus pacientes. Su estructura de más de cien años podría acabar con la vida de quienes llegan hasta dicho sanatorio para encontrar una cura a sus males. El peso del tiempo ha deteriorado al centro de salud que por problemas burocráticos no ha podido demoler algunas de sus zonas.
El terreno sobre el cual se edifica el hospital pertenece a la Beneficencia de Chiclayo, la misma que responde a la municipalidad de dicha ciudad. A diferencia de otros centros de atención que pertenecen directamente al Ministerio de Salud, este se ve impedido de realizar modificaciones por estar vinculado al ayuntamiento.
“Algunas áreas se encuentran inhabilitadas como los espacios de cirugía, consultorios externos y pediatría”, indicó RPP para luego señalar que en el lugar solo se han hecho remodelaciones parciales, mas no la demolición necesaria.
La capilla ubicada al ingreso del hospital se ha desplomado hasta en cinco ocasiones, según el medio citado; sin embargo, solo se ha procedido a su cierre. Aun así resulta un peligro para los pacientes porque estos, día a día, tienen que circular a pocos metros de la estructura. La posibilidad de que el desplome afecte a uno de estos está latente.
Hace falta voluntad política, según RPP, para concretar el traspaso de la propiedad de la Beneficencia de Chiclayo al Ministerio de Salud. Se espera que el procedimiento se haga pronto aprovechando que quien hoy lleva el fajín ministerial es César Vásquez, exdirector ejecutivo del Hospital Regional Docente “Las Mercedes”.
La preocupación por el estado del centro de salud se refuerza dadas las más recientes tragedias como el colapso de un puente al norte de Lima y la caída del techo del Real Plaza Trujillo, el mismo que quitó la vida a seis personas e hirió a más de 80. La falta de prevención y cuidado de las estructuras habrían sido algunas de las causas que provocaron los accidentes.
Tragedia en el norte
El 21 de febrero de 2025, alrededor de las 8:45 p.m., el centro comercial Real Plaza Trujillo fue escenario de una tragedia cuando el techo del patio de comidas colapsó inesperadamente. Este incidente resultó en la muerte de al menos seis personas y dejó a más de 78 heridas, incluyendo niños entre 10 y 12 años. De los heridos, once se encuentran en estado grave.
El área afectada abarcó aproximadamente entre 700 y 800 metros cuadrados, incluyendo la zona de juegos infantiles. Testigos presenciales describieron el momento como un fuerte estruendo seguido de una nube de polvo que cubrió el área. Familias enteras quedaron atrapadas bajo los escombros, y la desesperación se apoderó de los presentes mientras intentaban rescatar a sus seres queridos.
Las labores de rescate se vieron obstaculizadas por la falta de maquinaria adecuada. Los bomberos locales señalaron la necesidad de grúas hidráulicas para levantar las pesadas estructuras colapsadas. Además, se criticó la demora en la respuesta inicial y la insuficiencia de equipos especializados para atender la emergencia de manera eficiente.
En medio del caos, la solidaridad ciudadana se hizo presente. Motociclistas de reparto, en su mayoría de nacionalidad venezolana, utilizaron sus vehículos para transportar a los bomberos al lugar del desastre, ya que las unidades oficiales no eran suficientes. Esta acción permitió agilizar la atención a los heridos y la evacuación de los afectados.
Las autoridades locales, incluyendo al alcalde de Trujillo, Mario Reyna, ordenaron la clausura temporal del centro comercial debido al riesgo inminente que representaba la estructura. Asimismo, se anunciaron inspecciones en otros centros comerciales de la región para garantizar la seguridad de sus instalaciones.